sábado, 3 de mayo de 2014

Metro gris. Felicidad

En el metro predominan las caras largas y los largos silencios, la gente que mira el móvil cabizbaja o los que se ponen los cascos y fijan la mirada en algún punto del vagón y dejan la mirada muerta. Sin embargo, a veces, ocurren pequeños milagros; entra una persona diferente, una persona que rezuma colores, y luz y mira distinto y entonces el metro deja de ser gris y gana un punto único y precioso de felicidad.

Esa gente me inspira. Recuerdo a  esas niñas de unos trece años cuchicheando sobre algún chico que les debía gustar, sonrojándose y riéndose disimuladamente. O esa pareja que se despidió en la estación con aquel extraño gesto mientras se cerraban las puertas y mientras el tren continuaba su camino, la chica seguía mirando por la ventana con sonrisa enamorada . O ese chico silencioso sentado en el rincón, con los cascos puestos y una sonrisa tan tierna que parecía que iba a velar por todas las personas del vagón. O un padre con sus hijos jugando con una marioneta y la risa de la hija más pequeña, que se deleitaba con el juego de manos de su padre. O aquel bebé inquieto de ojos enormes y brillantes que señalaba con expresión de asombro por la ventanilla y reía transpirando inocencia mientras su abuela lo abrazaba y llenaba de besos.

Todos esos pequeños momentos diseminados en los vagones grises me inspiran, me llenan con una extraña felicidad. Atesoro esos deliciosos detalles de la vida como hermosos momentos que he vivido sólo por saber mirar.


4 comentarios:

  1. Los dibujos que hacemos sobre cosas que hemos vivido o personas que hemos conocido o simplemente visto y nos han llamado la atencion tienen algo especial , ¿Verdad?

    Quza sera porque ponemos un especial cariño y esmero en esos dibujos ... n__n

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  2. Qué bonito. A día de hoy en el metro se ve mucha gente liada con el movil bien con el whatsapp o jugando. Yo soy de los que saco un libro y me pongo a leer, cuando voy en metro a casa de un colega a la partidita (de rol) casi todas las semanas recorro una linea casi entera y leyendo se me pasa el trayecto volando.

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  3. Yo apenas voy en metro, vivo lejos de donde hay uno, pero si que voy en tren todos los viernes y me gusta mirar a la gente. Se puede aprender muchísimo observando, recuerdo una vez que estuve observando con admiración las arrugas de la cara de un anciano, entendiendo cada una de ellas. El dibujo capta bien lo que es ir en metro, hay una vida tras cada cara.

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  4. Juan: Muy cierto, es tal y cómo dices, sientes como si le debieras algo a esas personas que te ahn prestado un poco de su magia.

    Genocide: Muchas gracias! La verdad es que yo me divierto contanto cuanta gente anda con la vista fija en el teléfono y cada día me sorprendo más ante como los teléfonos inteligentes nos han engullido.

    Raúl: Sí, te comprendo perfectamente,yo siempre ando analizando los gestos y las caras de las gentes que van conmigo en el vagón. Supongo que es algo extraño, pero no puedo dejar de "mirar" jaja

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