viernes, 17 de octubre de 2014

La canción de Lord Rendall

Bueno he aquí mi último trabajo para el maestro cuenta-cuentos, posiblemente ya lo hayáis visto porque lo he publicado en todas las redes que tengo. (Que por publicidad no sea) La verdad es que le he dado bastantes problemas porque he tenido algunos baches con las ilustraciones pero al final lo hemos conseguido poner todo junto y todos estamos muy contentos con el resultado. No me enrollo más. ¡Disfrutadlo!

Dejo también el enlace de la Taberna del Callao para que le echéis un ojo a sus otros trabajos, si este os gustó el resto os encantará.

                     



Reparto:
Narrador: Javier Merchante.
IlustracionesJulia Rodríguez Morales.
Músicas:
Arreglos y adaptación musical: Jerónimo González Morante. Composiciones, instrumentación, orquestación y mezcla: Enrique Montaño Cambil.

martes, 7 de octubre de 2014

Serie de retratos

Bueno esta es una entrada tal vez algo más aburrida, pero el año pasado me dediqué a llevar una libreta para hacer retratos y mejorar mientras hacía mis idas y venidas en bus y metro. Así que aprovechando esos momentos hice retratos rápidos a bolígrafo, más que nada para no perderme en pequeños detalles y empezar a borrar y corregir. Los primeros salieron horribles pero conforme fue pasando el tiempo cosas como estas empezaron a ser más frecuentes. Sé que se sale de mi línea pero me hacía ilusión mostrar esta parte de mi trabajo también.









domingo, 5 de octubre de 2014

Desde mi alma

Salen cientos de seres increíbles y me acompañan mientras camino sola. Son amigos imaginarios de mis aventuras imaginarias. Pequeñas hadas que revolotean a mi alrededor. Hermosos felinos de pelaje chispeante y ojos dorados. Dragones que protegen mi figura con la sombra de sus alas. Nadie más que yo ve a los duendes saltarines y traviesos que entre risas se suben por todas partes jugando a un pilla pilla infinito.

Criaturas mágicas salidas de mente, o mejor de mi alma, de mi anhelo idiota por una vida de aventuras. Me gustaría colarme en las historias que leo o en los cuentos que escribo y, por una vez, poder dar la mano a esos duendecillos de ojos grandes y vivaces que quieren jugar conmigo. Pero eso es algo que jamás pasa y mis compañeros siguen siendo invisibles para todos e intangibles para mí. Y una y  otra vez paseo sola; pero acompañada por estas criaturas que salen de mi alma y no existen.