domingo, 7 de junio de 2015

Aquí estoy

Y me encuentro aquí, rondando las cuatro de la mañana, incapaz de dormir, mirando mi querido y abandonado blog al que dejé explicación ninguna. No fue algo deliberado. Pasó como otras veces, carrera, amigos, trabajos, pereza, cansancio. Los días empezaron a pasar sin sentir y me olvidé de él. Lo arrinconé en mi memoria, cansada de mi misma. ¿Qué hacía aquí? Compartía mis dibujos escribía, abría una puertecita a mi interior. ¿Qué puedo decir,que el año se complicó? Siempre hablo de años duros. Puede que sea demasiado sensible. Todo me afecta sobre manera. Quizás sea la edad ¿no? Hormonas revueltas y alocadas, vaivenes de ánimo; con veinte años aún es posible ¿verdad?

El caso es que me hallo aquí, planteándome abandonar el blog abandonado, si abrir alguna nueva página y romper con mi pasado, impidiendo que le gente vea un trabajo del que ya no me siento orgullosa, que tal vez quemaría. Luego pienso si acaso me siento orgullosa de algo de lo que he hecho. Podría seguir aquí a la vez que abro nuevas redes más a la moda, Behance, Tumblr, Pinterest... Pero en cierto modo me da pena. ¿Cerrar esto sería como negar mi pasado? ¿Negarme a mi misma?

Y aquí estoy, las cuatro de la mañana y escribiendo cosas sin sentido. A lo largo de este año creo que me he conocido más a mi misma. He descubierto cosas que quiero hacer, que quiero ser. Cuando no tenía claro que quería sentía miedo, pero ahora me siento vacía. Este año a penas he llegado a un cuarto de mi libreta anual. Esa que siempre llenaba, de la que siempre subía dibujos aquí. Ciertamente me quedé sin cosas mías que subir. Qué raro es que descubrir tu identidad te haga dejar de tenerla. Sin duda un año extremo y raro. Con vaivenes.  Y mi blog abandonado. Como mi libreta. Supongo que un objetivo claro hace también más tangible tu fracaso.

Tal vez no cierre este lugar. Está bien tener mi rinconcito de recuerdos. Trataré de subir cosas y, si me decido a cerrarlo, avisaré; no quedará abandonado indefinidamente como esta vez.

Bueno, me despido que esto empieza a parecer un testamento.
Que nadie se asuste, en verdad, estoy contenta.