martes, 4 de noviembre de 2014

Los niños

Saltan por entre las casas y los muros. Trepan a los tejados infligiendo toda regla. Ellos sólo piensan en volar. En saltar cada día más alto, trepar cada día más rápido y tocar el cielo. Nadar en los ríos, estar siempre libres, sin preocupaciones. Son niños que conocen las profundidad del mundo que entienden a las estrellas y las marea, entienden los vientos y las lluvias. Aspiran el olor a tierra mojada, y cuidan los pequeños brotes recién nacidos. Ellos sienten el suelo que pisan. Son salvajes a ojos de la gente de metal, las máquinas en las que ellos no se convertirán porque fueron valientes, y vieron la verdad con la inocencia de sus ojos infantiles. Ellos serán el inicio del cambio, la esperanza de un mundo que se acerca a la muerte de la vida.