Rojos y Negros

Nubes rojas cargadas de sangre que no te dejan adivinar el paisaje más allá del  raquítico árbol de ramas quebradas y figura negra, amenazante, que como muerto de hambre se abalanza sobre ti y notas al viento moviendo sus ramas; esas ramas que crujen y tratan de agarrarte. La bruma distorsionan los sonidos, que te llegan apagados y quejumbrosos y parecen envolverte a ti,, figura negra bajo el árbol, figura pequeña, erguida, alerta, y escuálida, escuálida como el árbol que intenta devorarte. Una sombra rápida pasa sobre tu cabeza, otro ente negro sobre el fondo rojo, el sonido del aleteo no te asusta, ni el graznido oscuro, ni el destello salvaje de los ojos del pájaro que te sobrevuela.

Árbol muerto, sombra de niño,  cuervo salvaje...