jueves, 2 de enero de 2014

Los paisajes interminables

Para mi la Navidad es un continuo viajar, un continuo pasar de paisajes interminables de montañas y cielos que, acompañados de mi banda sonora, parecen no acabar nunca. En apenas quince días voy de Madrid a Sevilla y de Sevilla a Granada y luego, vuelta para atrás. Así que me siento en el coche o en el tren y me coloco mis cascos, apoyo la cabeza en al ventana y veo pasar los árboles, los postes de teléfono, las pequeñas plantaciones. Cielos despejados o cuajados de nubes negras, colinas que pasan, montañas que desaparecen y estaciones que llegan y se van. Coches que nos adelantan o se desvían a pueblecitos, viajeros que,como nosotros, se desplazan para estar con la familia en estas fechas donde las cenas copiosas y las largas sobremesas están a la orden del día. 

Al final, acabas saturado de tanto dulce y empalago que la Navidad trae consigo y deseas ver una vez más los paisajes que te dicen que vuelves a tu otro hogar.





2 comentarios:

  1. No hay nada como una separacion para que la vuelta te siente mejor. Eres afortunada de tener un lugar al que llamar hogar

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  2. Jajaja la verdad es que si, gracias! :)

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