Vida Nueva

Con tanto cambio no he tenido tiempo de pasarme por aquí y la verdad es que está algo abandonado, pero es que no tengo tiempo ni para dormir. De hecho desde que llegué al Colegio Mayor no habré dormido más de cinco horas seguidas. Y es que hay mucho movimiento, sobre todo al principio. Cambiar de ciudad y de ambiente es algo que se hace cuesta arriba al principio, pero estar en una residencia lo hace todo más sencillo. Siempre estoy rodeada de alguien de mi edad, todos universitarios, y siempre hay algo de que hablar o algo que hacer. Además, los veteranos hacen reuniones y bromas para integrarnos, nos llamamos de usted, y yo apenas si me puedo aguantar la risa cuando se ponen en modo serio y "cabrón" de hecho, ni ellos mismos se la pueden aguantar. La mayoría son muy majos (especialmente con las chicas) A veces tenemos que hacerles favores (planchar, limpiar, lavar la ropa) o hacer cualquier tontería que se les ocurra, pero de buen rollo.
La verdad estoy muy contenta de estar aquí, de haber salido de casa y poder vivir esta vida tan increíble.

 La otra parte de mi vida nueva es la facultad, que es enorme, ya me he perdido un par de veces. Las aulas son muy espaciosas, son geniales, en especial las de fotografía, las de dibujo, escultura y la de murales, que no pude evitar comparar con la de mi ciudad natal, desde luego, hay una gran diferencia. Necesito un escaner,tendré que comprarme uno porque quiero subir unos dibujos que he hecho en este tiempo, no son gran cosa, solo unos bocetos a boli, pero me gustan. Bueno, me despido ya y dejo este dibujo como recuerdo de mi vida de bachillerato, el último examen de dibujo artístico. ¡Espero que os guste!