Y la niña miró sin miedo a aquellos tres enormes pájaros de largos cuellos y picos puntiagudos que se movían como serpientes y la observaban con sus pequeños ojos chispeantes. El bosque a su alrededor era un amasijo de árboles negruzcos con ramas quebradizas y corteza áspera. El cielo carecía de estrellas y la luna era apenas una estrecha rendija de luz mortecina. Aquellas aves reflejaban los rayos de luna y sus plumas adquirieron un tono gris sucio. Acercaron sus caras picudas a la niña y cloquearon, produciendo unos chasquidos macabros.
La niña tenía miedo.
Cuantos traumas de aves de cuello largo que atacan a los niños, y es que son bastante territoriales.
ResponderEliminarEl dibujo es de lo mejorcito que te he visto en el blog, me encanta el encuadre que has utilizado n__n
ResponderEliminarLa tecnica parece aguada ¿Me equivoco?
Ramón: ¿te lo dije alguna vez? ¡Me encantan tus comentarios! jajaja
ResponderEliminarJuan: ¡Muchas gracias! La verdad es que estoy muy contenta con él, me siento bastante orgullosa de este pequeño y acertaste está hecho mediante aguadas de tinta china :)